La Catedral

La Catedral

La Catedral cordobesa asombra tanto por su hermosura como por su ubicación. En el siglo XVI el Obispo Manrique consigue que Carlos V le de el permiso para construir en el interior de la Mezquita. Tanto el obispo como el rey coinciden en la necesidad de respetar la ampliación de Alhaken II. De este modo, en 1523, fue proyectada y comenzada por Hernán Ruiz I la Catedral de Córdoba, escogiéndose para su ubicación las intervenciones de Abderraman I y Almanzor. Tras la muerte del arquitecto, continuarán la edificación su hijo, su nieto y Juan de Ochoa. De esta forma, se resumen en una misma construcción casi dos siglos de evolución arquitectónica. La planta, de cruz latina, alberga bóvedas góticas junto con otras protobarrocas y una cúpula renacentista. El retablo mayor realizado en mármol se concluye en el XVII. Del siglo XVIII son los majestuosos púlpitos a ambos lados del arco toral, de mármol y caoba, obra del escultor Miguel Verdiguer. De este mismo siglo y obra del maestro sevillano Pedro Duque Cornejo es la imponente sillería del coro. Elaborada en caoba, se halla toda tallada y esculpida con diversos temas. Paralelo en belleza a la sillería, encontramos el Tesoro. Tras pasar la Capilla del Cardenal Salazar, podemos apreciar la colección catedralicia formada por piezas de marfil y plata de los siglo XV al XX, entre las que destaca la espectacular custodia del Corpus Christi, realizada en el siglo XVI por Enrique de Arfe.

Utilizamos cookies propias y de terceros con fines analíticos para medir y cuantificar la utilización de la web por los usuarios con el fin de mejorar la oferta de servicios que le ofrecemos. Clica AQUÍ para más información. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”, rechazar todas pulsando “Rechazar” o configurar su uso pulsando el botón “Configurar
AceptarRechazarConfigurar