Nació Juan Rufo en Córdoba, hacia 1547, su vida es más apasionante que su obra. Jugador empedernido, su padre tuvo que hacer frente a numerosas deudas de juego, que en algún momento le llevarían a tener que huir de la ciudad. No llegó a terminar sus estudios en Salamanca, de vuelta a Córdoba compró la juradería para que su padre la gestionase, pero él en un año ya había estafado 500 fanegas de trigo y varias veces vendido y rescatado la juradería a lo largo de los años.
En 1569 comienza la rebelión de los moriscos, hecho que recogió en La Austriada, aunque realmente él no llegó a presenciar los hechos ya que por aquella época se había escapado con una muchacha, de dudosa reputación, a Madrid. En 1570 se alista como soldado marchándose a Nápoles con el duque de Sessa, dentro de la campaña contra el turco; volviendo a Córdoba en 1578. Años después, en 1581 se casa pero sigue con su vida de antes, viajes a Madrid y Toledo donde el Greco utilizó su cara en el Entierro del Conde de Orgaz y en el San Mauricio.
Cuando definitivamente se establece en Córdoba lo hace para continuar con el oficio de su padre, tintorero, muriendo después de 1620.
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